Hace unos meses os contaba que tras treinta años de profesión, cerraba mi estudio fotográfico en Santa Pola, Alicante. Santa Pola es mi nido, allí está mi familia, mi infancia, mi historia y mis clientes de toda una vida.
Gracias a vosotros pude dedicarme desde bien joven a eso que me hacía vibrar por dentro, antes incluso de tomar una cámara en mis manos por primera vez.
(Y algunos de los que me conocéis podréis estar pensando y con razón, que qué ha pasado conmigo…) Pues parece que los sueños a veces te llevan volando a otros lugares.
Ahora me he ubicado en Málaga, pero me muevo allá donde me eligen para capturar tantos instantes mágicos. Y sigo estando en Santa Pola, donde acudo cada vez que contrato un trabajo y donde es mi intención seguir estando, aunque mi estudio ya no esté.
Su cierre ha supuesto para mí mucha más libertad de movimiento, para poder viajar y llegar a los lugares en los que tengo trabajos y reportajes. También una posibilidad enorme de crecer en lo profesional, de descubrir nuevos paisajes y sobre todo, nuevas personas.
Manu Amarya, apareció en en mi vida hace ya algún tiempo, para compartir conmigo sesiones fotográficas y muchas ideas. Tengo mucha suerte de este encuentro porque más que un amigo o un colega de trabajo, para mí es como mi hermano pequeño.
Se ha producido un intercambio perfecto entre los dos, un tándem mágico entre su juventud y enorme energía y mi experiencia y mis ganas de seguir aprendiendo.
Y como no hay dos sin tres, teníamos que encontramos con Rosa García. Ella es una excelente wedding planner y la creadora del primer cowedding en Marbella.
Y hubo tanta, tanta afinidad, que los tres estamos creado un sueño común: CON ACENTO WEDDING & Co, un espacio en el centro de Málaga donde además de nosotros, estarán un montón de profesionales trabajando para que cualquiera que necesite organizar un evento, disponga de todos las personas para hacerlo posible y precioso.
Dicen que la vida es un sueño que venimos a vivir en un cuerpo humano y que los creadores de ese sueño, somos nosotros mismos. Que todas y todos somos capaces de cambiar el rumbo de nuestras velas, porque si estamos atentos a las señales, iremos encontrando las situaciones y sobre todo, las personas que nos llevarán volando y directo a nuestros sueños.
Animo a todo el que me lea a que no dude si lo siente, a que lo haga con miedo, pero que lo haga. Porque todo es posible y aunque no podamos ni imaginar lo próximo que nos va a dar la vida, si confiamos, trabajamos y estamos atentos, seguro será un regalo.
Yo elijo seguir soñando despierto y atento. ¡Abrazo grande!